Su mantenimiento es muy sencillo, límpiala con agua y jabón neutro y tendrás tu alfombra como el primer día.
Si tienes un robot de limpieza, ¡sin problema! podrá pasar por encima perfectamente.
Recuerda, no apliques lejía ni productos abrasivos ya que dañarás la capa superficial y el diseño se verá afectado.